Las 6 barreras que debemos evitar en una entrevista de trabajo

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Escrito por Alberto Chouza

No es el motivo del presente post contar anécdotas concretas ocurridas durante alguna entrevista de selección. Que hay unas cuantas. Pero es bien cierto que muchas de ellas tienen que ver con la poca o nula capacidad de escucha que demuestran algunas de las personas que intervienen en ellas. Y en ocasiones les ocurre a los candidatos pero tampoco son ajenos a ello los seleccionadores. Hay de todo.

Ante una entrevista de trabajo es fundamental utilizar adecuadamente la capacidad de escucha. A los candidatos en muchas ocasiones el nerviosismo o la desconfianza les juegan una mala pasada y no atienden adecuadamente a los mensajes lanzados por el seleccionador. Entonces se producen situaciones en las que no se responde a lo que se está preguntando concretamente, se divaga mareando la perdiz, como se suele decir, o se habla de algo que no tiene que ver con lo solicitado. Y, por supuesto, se transmite inseguridad y falta de atención.

Escuchar con la mirada, con el cuerpo, con la respiración

La auténtica escucha nos lleva más allá de las palabras porque no se realiza solo con los oídos. Se hace con la mirada, con el cuerpo o con la respiración. Se crea un espacio de interrelación con la otra persona, lo que podemos llamar un puente de conexión emocional. Pero en ocasiones nuestro foco de atención no está suficientemente activado porque se producen distorsiones que llevan a nuestro cerebro a no interpretar adecuadamente el mensaje que está emitiendo nuestro interlocutor.

En un momento tan delicado como una entrevista de selección en la que nos estamos jugando gran parte de las posibilidades de ser seleccionados, en ocasiones construimos barreras que impiden la necesaria fluidez en la comunicación. Algunas de ellas son:

  • Barrera de la ansiedad: la activamos cuando tenemos el foco puesto en nosotros, en lo que tenemos que mostrar, pensamos en cómo nos perciben y qué pensarán. Entonces nos sumimos en un diálogo interno que es al que prestamos atención.
  • Barrera de los juicios: nuestro pensamiento se centra en creencias, patrones o normas personales en lugar de estar atendiendo a lo que el otro nos dice.
  • Barrera de la prisa: antes de que el interlocutor termine sus planteamientos le interrumpimos, acabamos las frases por ellos. En definitiva, queremos que corra más o tarde menos. Eso habla de nuestra inseguridad, temor.
  • Barrera de la apatía: damos la razón con gestos aprobatorios, lanzamos monosílabos sin prestar especial atención al contenido de los mensajes.
  • Barrera de los consejos: nos lanzamos a solucionar la vida del otro, de la organización para la que nos están seleccionando, etc, sin tener demasiada información, asumiendo que nuestra perspectiva de la realidad es prácticamente la única.
  • Barrera de la trivialidad: generalizamos y escapamos de los temas comprometidos normalizando el mensaje.

Para contribuir a mantener una escucha activa eficaz durante la entrevista hemos de tener en cuenta:

  • Liberar nuestra mente de preocupaciones o juicios previos.
  • La atención puesta en la persona y sus palabras, no en nosotros.
  • El silencio bien utilizado es un poderoso recurso que ofrece un espacio a la persona que habla para reconstruir su historia y al que escucha para interpretar y comprender el mensaje.
  • Conectar con la mirada del otro. Mirar a los ojos establece un vínculo emocional. Aunque debemos ser cuidadosos para que no parezca que invadimos el espacio del otro y que resulte agresiva.
  • Observar más allá de las palabras. Gestos, tono de voz, lenguaje no verbal, etc.
  • Practicar la empatía para captar el marco de referencia del otro, comprenderlo.
  • Usar eficazmente el lenguaje.
  • Tener confianza en la otra persona.

En una entrevista de selección el candidato tiene que mostrar su mejor versión y poner en valor los aspectos que lo identifican y aquellos que lo diferencian. Y en el seleccionador dejará una huella que tendrá suma importancia en la elección final. Poner en práctica una buena escucha activa hará que se genere una comunicación positiva y esto contribuirá a crear un clima emocional adecuado para el desarrollo de la entrevista. Se habrán generado relaciones confiables entre los participantes. Y un candidato confiable siempre tiene algo ganado.

Crédito de la foto: Emmanuel Frezzotti / Foter / CC BY-NC-SA